Hoy os traigo otro DIY, o lo que es lo mismo una manualidad, que está muy de moda para decorar las habitaciones de nuestros niños.
Hasta ahora, mis niños compartían habitación, pero al cumplir la princesa 5 años, reclamó su propio castillo. Así que esta vez, si que sí, nos tocó ponernos nuevamente manos a la obra.
Menos mal que nos lo dijo con tiempo, ya que tuve que dejarle a mi esposo el tiempo de rigor para que aceptara una nueva reforma. En cualquier caso, como siempre, pasado el susto se puso manos a la obra. Gracias a él y a mi enano, que hicieron todo el trabajo de pintura estupendamente ellos dos solos, ya que yo estuve pachucha esos días.
Queríamos hacer algo especial para la pequeña princesa y se nos ocurrió esta puerta para el Ratoncito Pérez, que muy pronto tendrá que empezar a visitarnos de nuevo, así que le hicimos esta puertecita tan graciosa.
En otra entrada os enseñaré la habitación, que quedó muy bonita, a pesar de ser una reforma low-cost.
En primer lugar cogimos una plancha de poliexpan (corcho blanco), la cortamos a la medida que queríamos para la puerta, le pusimos papel de periódico, y lo pegamos usando una mezcla de cola y agua a partes iguales. Lo cubrimos bien y lo dejamos secar 24 hrs.
Después decoramos la puerta (imaginación al poder), le pegamos el marco de la puerta, que lo hicimos con una cinta de goma que se pone para aislar las ventanas, la moldura de la puerta en este caso fué con cable que teníamos por casa. Lo pegamos con pegamento de contacto, y dejamos secar.
La bolita del pomo se puede hacer con miga de pan y cola, con papel y cola, masa de modelar, como se os ocurra. Pero que se endurezca al secar.
Una vez seco lo pintamos con la imprimación que habíamos usado para la pared, para que luego cogiera bien la pintura. Pero este paso os lo podéis saltar si no tenéis imprimación en casa.
Se pinta de un color vistoso con pintura acrílica (en los chinos mismo se compra), y por último le hacemos el cartelito, nosotros lo clavamos con dos alfileres cortados (para que no traspasara), y ya solo nos queda colocarla.
Por último para concluir el tema del Ratón Pérez os invito a visitar su casa-museo en Madrid en la calle Arenal, nº 8, 1ª planta. Eso sí, si podéis evitar fines de semana navideños mejor, porque suele haber mucha afluencia de público, y después ¿que mejor que una merienda con churros y chocolate en San Ginés?
http://www.casamuseoratonperez.es/
http://www.chocolateriasangines.com/
Buen fin de semana.
