19 de febrero de 2015

Vente a casa a comer o Eatwith me

No sé a vosotros, pero a mi lo que me pasa cuando viajo, es que echo de menos el tener contacto con gente local, conocer su vida, su casa, y sumergirme un poco en el país o ciudad que visito. Por ejemplo hay lugares en que si con suerte conoces a algún expatriado perfecto, pero ¿Que pasa cuando no tienes ningún conocido en tu lugar de destino? Te quedas recluido en el circuito turista, y la verdad yo al menos, siento que me falta algo, como si el viaje estuviera incompleto.

                                                           



Al parecer, no soy la única a la que le ocurre esto, y alguien ha tenido una gran idea para solucionarlo. Se trata de la web Eatwith.com es un proyecto a través del cual puedes compartir experiencias culinarias en diferentes ciudades del mundo, donde anfitriones locales ofrecen comidas en su domicilio a un precio concertado.

 La comida ha ser de calidad con productos frescos y el anfitrión ha de tener una buena predisposición para compartir una agradable sobremesa con personas de otras culturas.

En mi caso, estoy deseando probar la experiencia y mejorar mi inglés, y sobre todo conocer gente nueva, de otras culturas. La verdad es que me echaba un poquito para atrás lo de meter personas que no conoces en tu casa, pero existen otras opciones, como hacer una barbacoa, o un picnic en el campo.

Otra opción podría ser, invitar a familias con niños, (si es que vosotros tenéis) esto también parece que da mas seguridad.

Si os animáis a probar, no os olvidéis contárnoslo.




13 de febrero de 2015

Venecia con niños.

O Sole Mío....

Que se puede decir de "La Bella Venecia", este viaje fue otro capricho cuando solo teníamos un hijo. Nos volvimos locos otra vez y nos fuimos a Venecia. El pequeño pelirrojo acababa de cumplir dos años, y la verdad, es que después de haberle dejado con los abuelos en el anterior viaje durante 10 días, teníamos un poco de cargo de conciencia y no queríamos volver a separarnos de él en mucho tiempo.

Para volar viajamos con Iberia, vuelo directo ida y vuelta, en la actualidad  desde 186 Eur por persona. Y para alojarnos elegimos un hotel bien ubicado.El hotel Bella Venecia.

El transporte del aeropuerto de Marco Polo hasta la plaza de San Marco lo hicimos en un barco Alilaguna el coste por persona son doce euros. Nosotros elegimos el transporte en barco simplemente por disfrutar del paisaje. Además nos dejaba en la Plaza de San Marcos desde donde podíamos ir caminado hasta nuestro hotel.

El hotel Bella Venecia como os digo está en pleno centro, desde donde puedes ir caminando a cualquier lugar de interés turístico. El hotel es pequeño pero está ubicado en un edificio histórico, junto a un canal. Esto le da un gran encanto al hotel. Mientras estás desayunando tranquilamente, ves pasar las góndolas junto a las ventanas del salón.

Hotel Bella Venezia

Las habitaciones amplias y decoradas con estilo clásico, el baño completamente nuevo y con acabados en mármol, cuenta hasta con albornoces, un buen detalle.
                                                                     

En cuanto a lo que visitar, os diré que con el niño tan pequeño y el carro, prescindimos de visitar museos o lugares cerrados. Paseamos mucho, mucho, nos perdimos por esas maravillosas callejuelas llenas de historia. También recorrimos el Gran Canal con el Vaporetto Nº 1, que hace muchas paradas y puedes disfrutar del recorrido.

 Y un truquillo, si queréis cruzar el Gran Canal y los puentes os quedan lejos, hay un servicio de góndolas públicas llamadas Traghettos en las que por 50 céntimos, os cruzan el canal. Podéis ver un mapa en el que se situan los Traghettos pulsando aquí Mapa Traguettos Disfruta Venecia.com

                                                               

En cuanto a las góndolas el precio oficial son 80 Euros el paseo de 30 minutos, pero la realidad es que te piden hasta 120 €. Nosotros optamos por una góndola en grupo con serenata incluida, nos salió por unos 35 € por cada adulto, el niño iba gratis. Fue una preciosidad, al atardecer, y con un cantante que nos deleitó con preciosas canciones italianas, hasta nuestro hijo lo recuerda como un momento realmente precioso.